sábado, 25 de octubre de 2008

Soy drogadicto

Lo siento amigos pero he de confesarme con vosotros...soy drogadicto. De veras que intento mil veces dejarlo, poco a poco como si no se diera cuenta que estoy escapando pero es más fuerte que yo. Cuanto más consumo más quiero continuar con ello.

Se posa en mi boca y es entonces cuando comienza el festival de sensaciones. La dulzura y el calor embriagan mi cuerpo, cada vez que roza mi piel siento que me hace cambiar por dentro y por fuera. Pasa por mi garganta suave y rápido hasta que consigue llegar a mi corazón, donde el frenesí y la adrenalina lo bombean hasta las puntas de mis dedos.

De repente, en una milésima de segundo, la sensación cesa y el único residuo de su paso es un dolor de cabeza. Entonces doy un salto y rápido voy a por más. Pillo cuanto pueda, hasta llegar al límite de mis fuerzas; por si acaso fuera que no volviera.
Cuando sé que el momento está cerca de repetirse la sangre me hierve, el corazón se acelera.
En ese instante te das cuenta que necesitas una nueva dosis y sabes que te encuentras en su poder.


Tan solo quiero un beso más de “María”.





María (mi droga)

6 comentarios:

MoT dijo...

Jolin! es buenísimo! me ha encantado y seguro que a ella más aún. Un adicto del amor... no me lo esperaba cuándo termine de leerlo y en serio, me encanto.


un besin

Loren dijo...

Muy bueno caballero. Supongo que a María le encantará. Espero que no te obligue a escribirle un texto así todas las semanas so pena de multa ;-)

Un fuerte abrazo.

Pablo Álvarez dijo...

Muchas gracias Mot, no estaba seguro de hasta que punto podía gustar.

Loren yo también espero que no me obligue, porque mi creatividad es bastante finita.

Un saludo

S. Vigara dijo...

Que suerte la de tu droga por recibir palabras tan deliciosas.

Si yo fuera ella aumentaría la dosis por agradecimiento

;-)

Mery dijo...

Qué puedo decirte cielo?? Es lo más bonito que me han dicho nunca, así que cualquier comentario va a ser poco...Sólo decirte que te quiero!!

Anónimo dijo...

Hola Pablo, me encanta lo que escribes y cómo lo haces. He reconocido lo de la extraña compañía del metro y me ha gustado mucho, creo que más que en su momento. En cuanto a tu reconocida adicción, qué decir? es un texto precioso y expresa lo que sientes con una sencillez apabullante. ¡Pobre María, está perdida!
Besos